por BECKY SANTOYO
05 MAYO 2015
La Sultana del Norte se ha convertido en la ciudad más contaminada de México — y del continente — debido a las plantas industriales en la periferia —
México
Ciudad de MéxicoPueblaGuadalajara
Monterrey, Nuevo León, la tercera área metropolitana más poblada de México, ha desbancado al Distrito Federal como la ciudad más contaminada del país. Y no sólo eso: Monterrey se ha convertido en la ciudad más contaminada del continente americano, según informa el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
Dolores Barrientos Alemán, representante del PNUMA, informó que Monterrey ha llegado a este estado debido a las plantas industriales que se encuentran en su periferia. Hace especial énfasis en Cadereyta, donde existe una planta de Petróleos Mexicanos (Pemex), señala el sitio Sipse.
La contaminación ambiental trae consigo graves estragos para los regiomontanos, ya que se han incrementado los casos de cáncer y muertes prematuras en la capital de Nuevo León.
Barrientos Alemán menciona otras ciudades mexicanas que van por el mismo camino, y señala un factor en común en todos los casos.
También por ahí aparece Salamanca (Guanajuato). Poza Rica (Veracruz) está igual o peor, tienen el mismo problema: una planta de Pemex, mucha gente e industrias. En el mismo problema están Tula (Hidalgo) y Salamanca.
En septiembre de 2013 hablamos sobre el caso de Mexicali, ciudad que registraba la peor calidad de aire en el país por aquel año, seguido por Monterrey y Cuernavaca. Más que eso, se trataba de aire letal que genera más afectaciones a la salud de sus habitantes.
En el caso de la Ciudad de México, sus habitantes han logrado aprender de la contaminación y convivir con ella con el paso de los años. La representante de PNUMA lo compara con un cáncer, que aún está presente, latente, pero que se vive con él.
[…] es como una persona que tiene cáncer, lo sabe y se está tratando. Hace 20 años la Ciudad de México estaba peor que Beijing, pero supo controlarlo.
Este es un llamado para los regiomontanos y para todo México, en especial, un jalón de orejas a aquellos que apoyan a los hidrocarburos como un modelo de desarrollo (dependencia, mejor dicho).