Sumario Francia, un país comprometido con la ejemplaridad medioambiental Francia y el acceso a la energía sostenible El cambio climático es una prioridad del gobierno francés desde principios de la década de 1990. La política climática de Francia no ha dejado de reforzarse desde entonces. Se trata de una política que se despliega a todos los niveles: Ejemplaridad nacional, mediante una combinación energética baja en carbono y la aplicación de esfuerzos sectoriales importantes para conseguir que Francia respete sus compromisos sobre el clima; Compromiso regional, animando a la Unión Europea a adoptar objetivos ambiciosos de reducción de emisiones y a reforzar su liderazgo en la negociación. Solidaridad internacional, mediante la movilización de financiación para ayudar a los países en vías de desarrollo a enfrentarse al cambio climático y garantizar el acceso a la energía sostenible para todo el mundo. Francia, un país comprometido con la ejemplaridad medioambiental Francia solo representa el 1% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, pero supone el 4% del PIB (producto interior bruto) mundial. Es uno de los países industrializados que menos gases de efecto invernadero emite, tanto en términos de emisiones por habitante como de emisiones por unidad de PIB. Estos resultados han sido posibles gracias al desarrollo de una combinación eléctrica basada mayoritariamente en la energía nuclear, pero también gracias a políticas voluntaristas de reducción de las emisiones. Entre 1990 y 2007, las emisiones de gases de efecto invernadero reguladas por el Protocolo de Kioto han descendido un 7% para alcanzar un total de 522,4 Mt de CO2 eq. Para dar un paso más, las autoridades francesas se comprometieron con una integración del desarrollo sostenible en todas sus políticas en la Conferencia sobre Medio Ambiente (20 y 21 de septiembre de 2013). Los cinco ámbitos prioritarios para 2014 son: – la economía circular, que debe llevar al desarrollo del reciclaje y a la valorización de los residuos pero también a favorecer los circuitos territorializados; – el empleo y la transición ecológica; – la política del agua; – la biodiversidad marina, los mares y los océanos; – la educación sobre medio ambiente y desarrollo sostenible.Por último, como resultado del debate nacional organizado en 2013 y como anunció el presidente de la República en la apertura de la Conferencia sobre Medio Ambiente, se aprobará una ley de transición energética en 2015. Incluirá, entre otras cosas, una Contribución Clima-Energía (CEC), que permitirá favorecer el refuerzo de un crecimiento económico bajo en carbono. Los cinco ámbitos prioritarios de Francia son: la economía circular, que debe llevar al desarrollo del reciclaje y a la valorización de los residuos pero también a favorecer los circuitos territorializados; el empleo y la transición ecológica; la política del agua; la educación sobre medio ambiente y desarrollo sostenible, la biodiversidad marina, los mares y los océanos. Francia y el acceso a la energía sostenible La energía se sitúa en el centro de la problemática del desarrollo sostenible en sus tres vertientes: económica, social y medioambiental. En la actualidad, se trata de uno de los mayores desafíos para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) y para la agenda post-2015. Para luchar contra la situación actual de pobreza energética que frena el desarrollo de los países más pobres, la ayuda al desarrollo en este sector es primordial. Sin embargo, ésta debe favorecer las fuentes sostenibles de energía, para garantizar que es compatible con un desarrollo bajo en carbono. La acción de Francia hoy tiene cuatro grandes objetivos: – priorizar las energías renovables y la eficiencia energética; – mejorar el acceso a la energía en las zonas rurales y en la periferia de las ciudades; – reforzar y aumentar la seguridad de los sistemas energéticos; – reforzar las políticas energéticas y las capacidades de sus intervinientes. Estos objetivos se reflejan de forma concreta en las decisiones de Francia en la ayuda al desarrollo. Así, de los 7.400 millones de euros dedicados al sector energético por la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD) desde 2007, 5.800 millones de euros se han destinado a proyectos sobre energías renovables y eficiencia energética. Más allá del mero ámbito nacional, Francia aboga también por movilizar financiación privada en paralelo de la ayuda tradicional, por mecanismos innovadores como el Fondo para la Energía de la Unión Europea y por la coordinación mundial en torno a la iniciativa «Energía sostenible para Todos» (SE4All), lanzada por el Secretario General Ban Ki-moon en 2012. Esta iniciativa tiene tres grandes objetivos: garantizar el acceso universal a servicios energéticos modernos, duplicar la tasa de mejora de la eficiencia energética y, por último, duplicar la parte de las energías renovables en la combinación energética mundial antes de 2030. Francia es el segundo contribuyente europeo a SE4All.