Filmada por primera vez en 3D la guerra microscópica contra los tumores El sistema inmune exhibe sus armas contra el cáncer MANUEL ANSEDE Mire el vídeo, porque posiblemente usted esté vivo gracias a sus protagonistas, amorfos y con un tamaño similar a la décima parte del ancho de un pelo humano. Lo que parece un juego de comecocos pintados por Salvador Dalí es nuestro ejército de élite de glóbulos blancos luchando a muerte contra el cáncer. Las masas amorfas de color naranja o verde son linfocitos T citotóxicos, las células que patrullan nuestro organismo identificando y destruyendo las células cancerígenas, en azul. Una cucharilla de té llena de sangre humana alberga unos cinco millones de linfocitos T. Hay miles de millones en nuestro organismo, empeñados en mantenernos vivos. Un equipo de la Universidad de Cambridge (Reino Unido) ha grabado ahora esta lucha con una precisión desconocida hasta ahora. En las imágenes, los linfocitos se mueven rápidamente, investigando su entorno a medida que avanzan. Cuando se topan con un sospechoso, unas protuberancias de su membrana abrazan al presunto enemigo en busca de signos reveladores del cáncer en su superficie. Si confirman su carácter maligno, los linfocitos se unen a la célula cancerígena y le inyectan proteínas venenosas conocidas como citotoxinas, de color rojo en el vídeo. Una vez emponzoñadas, el destino de las células tumorales es inexorable: se marchitan y mueren. “Es la primera vez que se graba este proceso en tres dimensiones. Hasta ahora solo se había conseguido filmar estas células asesinas en dos dimensiones, así que no había sido posible observar con claridad los eventos que ocurren en su interior, porque todo lo que teníamos eran imágenes planas”, explica la inmunóloga británica Gillian Griffiths, directora del Instituto de Investigación Médica de Cambridge y principal responsable del estudio. Su película en 3D desnuda el proceso por el cual los glóbulos blancos se reorganizan internamente para asestar la inyección letal. “Espero que este tipo de filmes nos permita mejorar los tratamientos contra el cáncer. Al aclarar los cambios que ocurren dentro de las células, podremos descubrir por qué en ocasiones los linfocitos no pueden controlar algunos tumores”, opina Griffiths. “También podríamos identificar maneras de hacer más eficaces estas células asesinas”, añade. El equipo de la inmunóloga británica ha empleado las últimas técnicas de imagen disponibles, en colaboración con el físico estadounidense Eric Betzig, investigador del Instituto Médico Howard Hughes y ganador del premio Nobel de Química en 2014 por el desarrollo de la microscopía de fluorescencia de alta resolución. Su trabajo se publica hoy en la revista especializada Immunity. Además de intentar mejorar las terapias contra el cáncer, el laboratorio de Griffiths busca combatir las enfermedades autoinmunes, originadas cuando los glóbulos blancos atacan por error las células sanas del organismo. La inmunóloga se ha centrado en la linfohistiocitosis hemofagocítica familiar, un síndrome habitualmente letal que se detecta en 1 de cada 50.000 nacimientos.