por PAULINA LORDMÉNDEZ Los resultados del estudio confirman que las mujeres son más susceptibles a la contaminación del aire. La contaminación del aire no sólo afecta las vías respiratorias, también puede desencadenar enfermedades cardiovasculares, incluso déficit congnitivo. El biólogo mexicano Marco Sánchez-Guerra realiza en Estados Unidos un estudio para medir los daños que la contaminación ocasiona al ADN. Sus trabajos en el laboratorio “Human Environmental Epogenetics” de la Escuela de Salud Pública de Harvard T.H. Chan, tratan de identificar biomarcadores que ayuden a prevenir enfermedades derivadas de la contaminación ambiental. Cuando una persona se encuentra expuesta a altos niveles de contaminantes, algunos genes se expresan de forma errónea, unos se “encienden” mientras que otros se “apagan”. De esta manera se puede desarrollar un padecimiento crónico. Las modificaciones que sufren los genes se llaman epigenéticas, pues las histionas (proteínas) que empaquetan el ADN, se alteran activando o desactivando genes. Este es el tipo de herramienta de diagnóstico que Marco estudia, las modificaciones de las histionas y la 5-hidroximetilcitosina, que se encuentra en el ADN, ambas tienen una relación cercana con el funcionamiento de los genes. La investigación evalúa qué tanto afecta la contaminación del aire los niveles de modificaciones de 4 histionas, dos de ellas apagan un par de genes y las otras dos prenden otro par. Un cambio en los niveles de contaminación podría apagar genes que tienen como función reparar material genético. Si se apagan, el humo del tabaco, por ejemplo, podría desarrollar cáncer de pulmón en el organismo. El estudio se llevó a cabo en habitantes de Pekín, China, debido a los altos niveles de contaminación a la que están expuestos. Los participantes fueron expuestos a un nivel de contaminación de 120 microgramos de partículas respirables (PM10), desde 24 horas hasta 15 días. A partir de muestras de sangre se obtuvieron células blancas para el estudio. Los resultados del estudio demuestra una vez más que las mujeres son más susceptibles a la contaminación del aire como ya lo han revelado otros estudios. El siguiente paso es saber cuáles son los genes afectados, para ello se utilizarán anticuerpos y de esta manera conocer el mecanismo de acción de estos padecimientos.