Los vientos en las alturas son más intensos y constantes, por lo que tiene mucho sentido aprovechar esas condiciones para generar energía eléctrica de forma económica. Ben Glass, un joven estudiante y sus compañeros del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés) desarrollaron una especie de dirigible hueco en forma cilíndrica inflado con helio, que en su interior lleva una turbina eólica, misma que obtiene energía a partir del viento, es decir, energía cinética generada por el efecto de las corrientes de aire. La Buoyant Airborne Turbine (BAT) puede elevarse hasta 600 metros de altura, en donde las corrientes de aire son más potentes y sostenidas que a nivel de suelo, por lo que se puede conseguir el doble de energía en comparación con lo obtenido por torres eólicas. El producir energía limpia no es el único objetivo de sus creadores, quienes buscan que la BAT en un futuro sirva como fuente de conexión a Internet y servicio de telefonía móvil en zonas alejadas o afectadas por desastres naturales. La BAT ya tiene listo su primer prototipo con el que han ido buscando financiación, consiguiendo al día de hoy apoyo por importantes instituciones como el Departamento de Agricultura de Estados Unidos, la Fundación Nacional de Ciencias y la Comisión de Energía de California. Y para finales de año estará funcionado la primera. Todos sabemos lo benéfico que resulta para el medio ambiente este tipo de proyectos, y es grato saber que gracias a ellos es posible tener una salida a la dependencia de otros combustibles con miras a un mejor lugar donde vivir. Fuente: INNOVAticias