por Laura Ayala el Mar fuente helada (vía A.P. Mohorte, Magnet) La tierra se enfría (link is external). “Un segundo, ¿pero no llevamos una década hablando sobre cómo el calentamiento global está provocando temperaturas cada vez más altas”. Sí, y de hecho es así, pero a la hora de determinar el clima, siempre inestable y cambiante, entran en juego diversos factores. Y uno de ellos también es el sol. Al parecer, existe la posibilidad de que su actividad se reduzca en los próximos ciclos solares, provocando una pequeña “glaciación”. Sí, se acerca el invierno.   A menor actividad solar, menores temperaturas No, no está previsto que un ejército de zombis surja de los confines de la Antártida arrasando con la civilización tal y como la conocemos. Es más simple, y también más interesante. La semana pasada, durante una convención de astrónomos realizada en Gales, la científica Valentina Zharkova, de la Universidad de Northumbria (Reino Unido), presentó un nuevo modelo de predicción de la actividad solar, y afirmó que, dada su exactitud, nos enfrentamos a un periodo de enfriamiento del planeta (link is external).   El sol no mantiene una actividad constante a lo largo de su historia. A veces es más activo, provocando que la temperatura de la Tierra aumente, y a veces es menos activo, desatando inversas consecuencias ¿Por qué? Porque el sol no mantiene una actividad constante a lo largo de su historia. A veces es más activo, provocando que la temperatura de la Tierra aumente durante periodos prolongados durante siglos, y a veces es menos activo, desatando inversas consecuencias. Aunque los medios están empleando el término “mini-ice-age”, lo cierto es que no será para tanto. Si Zharkova está en lo cierto, veremos inviernos más crudos, pero no veremos nada parecido a esto (link is external).   mancha solarMancha solar en todo su esplendor El periodo que pronostica el modelo de Zharkova abarca el final del 25º ciclo solar y la totalidad del 26º. Traducido: once años, aproximadamente entre 2030 y 2040, en la que el sol dejará de calentar con la misma intensidad con la que lo ha hecho hasta ahora. Si está en lo cierto, sólo habrá perfeccionado el modelo predictivo de los ciclos solares. No hay motivo para alarmarse: ha sucedido con anterioridad a lo largo de la historia y continuará sucediendo en el futuro.   A nivel científico, por ejemplo, se habla de “La Pequeña Edad de Hielo”, un periodo de casi tres siglos en la que las temperaturas bajaron considerablemente por culpa del descenso de la actividad solar Los ejemplos son numerosos. A nivel científico, por ejemplo, se habla de “La Pequeña Edad de Hielo”, un periodo de casi tres siglos en la que las temperaturas bajaron considerablemente por culpa del descenso de la actividad solar (link is external), la actividad volcánica y otros factores. De este periodo nos han sido legados no sólo numerosos testimonios científicos sobre la escasez de manchas solares, sino también cuadros (link is external) y relatos sobre los fríos inviernos europeos o el Támesis completamente congelado (link is external).   La Pequeña Edad de Hielo abarcó aproximadamente, aunque las fechas varían, de 1550 a 1850 (!). Entre tanto, se dieron periodos de especial baja actividad solar, como el Mínimo de Maunder (1645-1715), que coincidió con temperaturas particularmente bajas (link is external) en el continente europeo. O años donde directamente el verano fue inexistente (link is external), como 1816, por culpa, al mismo tiempo, de la erupción de un volcán. Dicho desde nuestros 44º C de la semana pasada, aquel mes de julio parece muy fresquito (link is external).       Antes de la Pequeña Edad de Hielo, los científicos hablan del “Periodo cálido medieval”, otro largo ciclo que abarca varios siglos de temperaturas por encima de la media (link is external), que coincide parcialmente con el máximo registrado de actividad solar. En resumidas cuentas: la predicción de Zharkova es muy relevante, pero no es tan extraordinaria. El clima tiende a variar de forma sustancial en relación a muy diversos factores. Nada de esto significa que el cambio climático no sea real. ¿Entonces, la Tierra va a ser más cálida o no? Porque es real. Y las pruebas son abrumadoras. Aunque quizá peque del clásico correlación no implica necesariamente causalidad, esta serie de gráficos de Bloomberg Business son bastante convincentes (link is external): la tierra es cada vez un lugar más cálido, y no tiene nada que ver con elementos naturales ajenos al ser humano, sino con el efecto invernadero. A lo largo del siglo XX el mundo se ha convertido en un lugar más cálido. No se salva ningún continente:   mapa del calentamiento     El mapa anterior muestra las variaciones de temperaturas del periodo 2000-2009 en comparación a la segunda mitad del siglo XX. “Ya, pero si el mundo se ha calentado en ocasiones anteriores por motivos ajenos al ser humano, ¿cómo sabemos que esta vez es cierto?”. Porque se está calentando mucho más. Aquí (link is external) se comparan diferentes series de temperaturas a lo largo de los últimos siglos:   series de temperaturas a lo largo del tiempo     Y se va a poner bastante peor. En este otro gráfico (link is external) se aúnan diferentes predicciones: la más optimista calcula que para 2100, bastante poco tiempo en la historia de la humanidad, la temperatura de la Tierra habrá aumentado 2º C. Es una cifra mucho más alta de la que se registró durante el periodo cálido de la Edad Media, y supone un sinfín de problemas para nuestro mundo.   proyecciones del calentamiento global     Como explican aquí (link is external), los ciclos de actividad solar y el cambio climático no están relacionados. De ahí que sea normal hablar de un periodo prolongado de enfriamiento en la Tierra provocado por un descenso de las manchas solares al mismo tiempo que, en el ciclo largo, las temperaturas continúen ascendiendo. La relación entre el sol y el cambio climático es uno de los argumentos más recurrentes por parte de los negacionistas, y también uno de los más derrumbados.   De hecho, parte del negacionismo se basa en periodos como el periodo cálido medieval para tratar de desmontar el cambio climático: pasan por alto que aquel estaba relacionado con elementos naturales como el sol De hecho, parte del negacionismo se basa en evidencias como el periodo cálido medieval (link is external) para tratar de desmontar el cambio climático. Argumentan que la tierra se calienta y se enfría en diferentes momentos a lo largo de su historia, y que el que vivimos ahora no es excepcional, sino semejante al que ya se vivió en la Edad Media. Como hemos visto, pasan por alto que las temperaturas ahora van a ser más altas y que no están relacionadas con factores como los volcanes o el sol.   De modo que sí, quizá vivamos una miniglaciación. Y no, eso no implicará que el inmenso problema climático al que se enfrenta la humanidad esté solucionado. Fuente:cambioclimatico

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