El Ministerio de Medio Ambiente de Chile está preparando un plan para reducir la generación de basura en el país. El proyecto que será presentado en abril, responde al gran tonelaje de residuos que se produce en el territorio chileno: a la fecha se acumulan más de 6140 toneladas en 112 vertederos y 38 rellenos sanitarios. Además, las cifras de reciclaje no son nada alentadoras: tan solo el 10% de los desperdicios se reutilizan.
La meta del proyecto en términos de reciclaje es incrementarlo al 25%. Para ello, se obligará a las municipalidades -entes encargados de remover la basura- a implementar una recolección diferenciada. Además, se espera acelerar el trámite legislativo sobre el proyecto de ley de fomento al reciclaje. Esta iniciativa legal podría ser aprobada durante el segundo semestre de 2016 y obliga a las empresas -de electrodomésticos, por ejemplo- a hacerse cargo de su producción desde su generación hasta su deshecho. Para ello deberán implementar centros de acopio y facilidades para el recambio de sus productos, como que los clientes puedan utilizar un televisor antiguo en forma de pago para adquirir uno nuevo.
Para el encargado de la cartera de Medio Ambiente, Pablo Badeiner, la tasa de basura que producimos es muy alta en comparación con los países de la región –1.1 kilos por persona al día– y es algo que debería preocupar a la población. “Queremos revertir una sensación de que generar residuos en Chile es gratis, tanto a nivel industrial, empresarial o domiciliario. Sé cree que no tiene costos, pero son altos para municipios y el país“, indicó.
Según datos de la BBC, Chile encabeza la producción de basura electrónica por persona en América Latina (justamente la que recibirá incentivos para su reutilización):
- Chile: 9,9 kg/año
- Uruguay: 9,5 kg/año
- México y Panamá: 8.2 kg/año
- Venezuela: 7,6 kg/año
- Costa Rica: 7.5 kg/año
- Argentina y Brasil: 7 kg/año
- Colombia: 5,3 kg/año
- Ecuador: 4,6 kg/año
Los productores tendrán incentivos económicos para ayudar con el reciclaje de los electrodomésticos usados o viejos.
Hay incentivos para que sean materia prima que se reincorpora a los procesos productivos generando ahorros”, sostuvo Badeiner.