Un estudio de la alta energía del Universo temprano, un observatorio infrarrojo para analizar la formación de estrellas, planetas y galaxias, y un orbitador para Venus son los candidatos a convertirse en la quinta misión de clase media de la ESA dentro de su programa científico Cosmic Vision, cuyo lanzamiento está previsto para 2032.
El proyecto de alta energía Theseus (Transient High Energy Sky and Early Universe Surveyor), el telescopio espacial Spica (SPace Infrared telescope for Cosmology and Astrophysics) y la misión a Venus EnVision fueron elegidos entre 25 propuestas presentadas por la comunidad científica.
Theseus, Spica y EnVision se examinarán en paralelo hasta que, en 2021, se tome la decisión final.
“Me han sorprendido la calidad y el alcance de las misiones propuestas para M5. Cada una de ellas tiene un gran valor científico y garantizaría la continuidad de la contribución experta de Europa en los campos de la ciencia planetaria, la astrofísica y la cosmología”, señala Günther Hasinger, director de Ciencia de la ESA.
Theseus es una novedosa misión que monitorizará eventos transitorios en el Universo de alta energía de todo el firmamento y a lo largo de toda la historia del cosmos. En particular, promete realizar un censo completo de los brotes de rayos gamma durante los primeros mil millones de años del Universo para arrojar luz sobre el ciclo vital de las primeras estrellas.
Estas emisiones de rayos gamma pueden producirse durante una supernova o cuando una estrella moribunda colapsa tras la explosión que da lugar a una estrella de neutrones o un agujero negro, por ejemplo.Theseus mostraría los desencadenantes en tiempo real y las ubicaciones precisas de tales eventos de alta energía, lo que también podría dar el relevo a otras instalaciones terrestres o espaciales operativas a longitudes de onda complementarias.
Además, Theseus también sería capaz de continuar con las observaciones de ondas gravitacionales, al localizar e identificar radiación de fuentes captadas por otros detectores.
Entender el origen y la evolución de galaxias, estrellas, planetas y la vida en sí es uno de los principales objetivos de la astronomía. Estos temas pueden abordarse mediante un estudio de sensibilidad en el infrarrojo, observando a través de las nubes de polvo que suelen oscurecer los lugares donde nacen las estrellas.
El proyecto eurojaponés Spica, que supone una mejora importante en las capacidades topográficas y de espectroscopia en el infrarrojo lejano frente a los observatorios Spitzer de la NASA y Herschel de la ESA, garantizaría la continuidad en los avances en este campo. También complementaría las capacidades de grandes observatorios actuales y futuros, como el observatorio terrestre Atacama Large Millimetre/submillimetre Array (ALMA) y el telescopio espacial James Webb.
A menudo se considera a Venus el gemelo “malvado” de la Tierra. A pesar de tener un tamaño similar y ser contiguos en el Sistema Solar interior, los dos planetas evolucionaron de muy distinta manera: Venus experimentó un catastrófico y galopante efecto invernadero, y hoy en día se halla rodeado por una gruesa atmósfera tóxica.
EnVision, en cuyo desarrollo está prevista la participación de la NASA, seguirá la estela de la exitosa misión Venus Express de la ESA, dedicada a investigar la atmósfera. La misión de nueva generación definiría la naturaleza y el estado actual de la actividad geológica en Venus y su relación con la atmósfera para comprender mejor los distintos procesos evolutivos de los dos planetas.
Cartografiaría la superficie y obtendría imágenes de radar detalladas, mejorando las obtenidas por la misión Magallanes de la NASA en los años noventa, para ofrecer más datos sobre la evolución geológica de la superficie.
Durante los próximos años irá tomando forma la definición científico-técnica de los tres conceptos, antes de que una de las misiones sea seleccionada y se convierta en la quinta misión de clase media del plan Cosmic Vision de la ESA.
Solar Orbiter, Euclid, Plato y Ariel son misiones de clase media ya elegidas y que se lanzarán a lo largo de la próxima década. (Fuente: ESA)