Los teclados portátiles flexibles para uso informático y en otros dispositivos electrónicos ya se hallan en el mercado, pero disponen de una flexibilidad limitada; no se pueden plegar de cualquier modo ni mucho menos arrugarlos ruda y desordenadamente como sí podríamos hacer con un trapo. Por otro lado, aunque ocupan menos espacio al enrollarlos, el volumen que así ocupan no decrece tanto como para que podamos meterlos en cualquier bolsillo cuando nos los llevamos a otro sitio.
Ahora, unos investigadores han diseñado un teclado barato que es tan resistente, flexible y delgado que lo podemos arrugar y meter en un bolsillo como un trapo sin que se dañe.
Los teclados actuales incorporan ya sea botones rígidos insertados en una plataforma enrollable o un conjunto de sensores táctiles dispuestos sobre una lámina blanda multicapa. Estos dispositivos requieren procesos complicados de fabricación, y debido a sus frágiles componentes, solo pueden soportar ser doblados o enrollados hasta cierto punto.
Sin embargo, el equipo de Kee-Sun Sohn, de la Universidad Sejong en Seúl, Corea del Sur, se propuso confeccionar un teclado que pudiera soportar los rigores de la vida cotidiana, incluyendo ser plegados y arrugados por completo.
Estos científicos basaron su dispositivo en una lámina sensorial que habían desarrollado previamente. Usaron una lámina de un material elástico con nanotubos de carbono conductores incorporados que responden ante la presión de un dedo mediante el cambio de la resistencia eléctrica. Para guiar a los usuarios sobre dónde presionar, los investigadores dibujaron cuadrados sobre la superficie de la lámina que representan las teclas de cada letra y número, y otros caracteres.
Estos científicos emplearon una red neural artificial para enseñar al teclado a identificar la letra o carácter que se pretende obtener, con arreglo a la ubicación y la presión de cada una de las pulsaciones (y a los cambios asociados en la resistencia) sobre el teclado.
Tras realizar experimentos de uso del singular teclado, han constatado que funciona perfectamente y que ha superado en rendimiento a todos los teclados flexibles actuales en cuanto a funcionalidad, flexibilidad y coste. De hecho, cada teclado costaría solo 1 dólar, lo bastante barato como para poder ser desechado y reemplazado al dejar de funcionar.
Fuente:noticiasdelaciencia