El robot Cheetah 3 es capaz de correr y saltar sobre terreno accidentado, así como de recuperar rápidamente su equilibrio cuando es empujado de manera súbita, todo ello siendo esencialmente ciego.
La bestia mecánica pesa unos 40 kilogramos, es del tamaño de un perro labrador adulto, y ha sido diseñada intencionadamente para que haga todo esto sin depender de cámaras o de cualquier otro sensor parecido del entorno. En su lugar, “nota” al momento las características del terreno por el que avanza basándose en la percepción táctil instantánea de cada trozo de terreno con el que entra en contacto físico al pisarlo, y en el rápido procesamiento de la información obtenida de este modo.
Los robots con este diseño mejorado podrían ser usados para explorar zonas de desastre y otros entornos peligrosos o inaccesibles.
El principal diseñador de Cheetah 3, el robotista Sangbae Kim del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), en Cambridge, Estados Unidos, pronostica que en el plazo de unos pocos años, este modelo de robot estará listo para pasar del laboratorio a las misiones reales, que en su mayor parte serán demasiado peligrosas para enviar personas a realizarlas, o en sitios de acceso muy difícil para humanos.
El trabajo de investigación y desarrollo ha sido financiado en parte por la Oficina de Investigación Científica de la Fuerza Aérea estadounidense.