Se ha encontrado un fragmento del asteroide 2018 LA que colisionó con la Tierra el pasado 2 de junio de 2018, y que se convirtió en una bola de fuego meteórica, detonando sobre Botsuana unos pocos segundos después de entrar en la atmósfera. El incidente fue contemplado por bastantes testigos en ese país y en otros vecinos, y fue captado por numerosas cámaras de seguridad.
El asteroide 2018 LA, del tamaño de una roca, fue detectado en el espacio ocho horas antes de caer en la Tierra, por la red de observación astronómica Catalina Sky Survey. Esta red depende de la Universidad de Arizona en la ciudad estadounidense de Tucson, y recibe financiación de la NASA, en el marco del programa de observaciones de NEOs (asteroides y otros objetos cósmicos que pasan cerca de la Tierra) que lleva a cabo esta agencia espacial, en colaboración con la Universidad de Arizona.
Es la tercera vez en la historia que un asteroide que cae a la Tierra es detectado con antelación, y solo la segunda en que se han podido recuperar fragmentos de él. Tras la fragmentación, los pedazos fueron empujados por la acción de la atmósfera mientras caían, esparciéndose por una amplia área. Los cálculos para determinar en qué zona de la superficie debieron impactar los pequeños fragmentos se hicieron independientemente por un grupo en Estados Unidos, liderado por Peter Jenniskens, un astrónomo especializado en meteoritos que colabora con el Instituto SETI (una entidad patrocinada por la NASA), así como por Esko Lyytinen y Jarmo Moilanen de la Red Finlandesa de Bolas de Fuego (FFN).
El primer meteorito se halló tras cinco días de búsqueda por parte de un equipo de geocientíficos de la Universidad Internacional de Ciencia y Tecnología de Botsuana (BIUST), y otras instituciones del país.
El meteorito fue localizado por Lesedi Seitshiro, de la BIUST.
La importancia del hallazgo es doble: por un lado, tiene un enorme valor científico; por otro, permite calibrar mejor la llamada “Defensa Terrestre” contra el impacto de asteroides.
La búsqueda de más fragmentos del meteorito continúa. Fulvio Franchi, de la BIUST, encabeza el siguiente equipo de búsqueda, al que se ha unido Tomas Kohout, de la FFN y de la Universidad de Helsinki en Finlandia.