Algunas estimaciones sugieren que “el techo del mundo” se acortó como resultado de los terremotos de 2015, en los que murieron más de 9.000 personas, incluyendo 19 en el Everest, lo que, sumado a otras teorías sobre los cambios geológicos, enfrentan a China y Nepal, dueños de distintas mediciones y caras de la misma montaña.
En mayo de 2019, cuando por unas pocas semanas se abra la próxima “ventana de escalada”, el mejor momento para subir el pico, ascenderá a la cima un experimentado equipo de 81 pobladores de las regiones montañosas de los Himalaya, los sherpas, que serán entrenados durante dos meses para esta tarea.
Los sherpas, acostumbrados a guiar las expediciones a los picos, subirán equipados con antenas, baterías y dispositivos de GPS.
Para el proceso “se seleccionarán 12 estaciones de observación diferentes y cada una hará un seguimiento de la posición del Everest al mismo tiempo cuando el GPS transmita la señal desde el pico, para obtener la altura”, explicó el jefe del Departamento de Topografía del Gobierno nepalí, Susheel Dangol.
“Hemos estimado que las sesiones de observación podrían durar 30 minutos”, dijo Dangol, quien además es el coordinador de la Secretaría de Medición de la Altura del Everest, un despacho del Ejecutivo nepalí.
El proceso empleará métodos tradicionales, así como nuevas tecnologías de medición, una de ellas conocido como “nivelación precisa”, que ya comenzó a hacerse desde el distrito de Madaar de Siraha, en el punto fronterizo entre Nepal y la India, a una altura de 76 metros sobre el nivel del mar.
“Hemos completado una nivelación precisa hasta Patale en Solukhumbu que cubre 170 kilómetros”, dijo Dangol, que destaca esta técnica como la de mayor precisión relativa en la determinación de la altura.
El cronograma de trabajo prevé que a finales de 2018 se complete el tramo hasta Lukla, la puerta de entrada al Everest.
Aunque no se ha dicho cuándo comenzarán a subir los sherpas, Dangol adelantó que el equipo se ha propuesto “producir el informe final sobre la altura precisa del Everest para fines de 2019”.
El equipo de casi un centenar de personas elegidas para llevar a cabo la tarea cumplirá las etapas de un proyecto de tres años, con un coste que podría superar los tres millones de dólares.
El país del Himalaya, hogar de las ocho montañas más altas, incluida el Everest, entre los 14 picos de más de 8.000 metros alrededor del mundo, nunca la midió y usa la medición de India de 1954 que sitúa la cima en 8.848 metros.
Después del devastador terremoto en abril de 2015, la altura del Everest se convirtió en el tema de interés no solo para expedición, científicos e investigadores, sino para todo el mundo, dijo el director general del Departamento de Topografía, Ganesh Prasad Bhatta.
“Hay especulaciones de que la altura del Everest podría haber cambiado debido al terremoto, aunque no ha habido una investigación científica para verificar estas suposiciones”, dijo.
Por esto, “Nepal tiene que medir el Everest y difundir su altura real al mundo por su orgullo nacional”, añadió.
Varias instituciones internacionales y la India han expresado su interés de medir la altura, pero el Gobierno decidió emprender la tarea por sí mismo.
“Sin embargo, usaremos la ayuda de expertos internacionales y científicos”, indicó Bhatta.
Cientos de científicos, investigadores y topógrafos de todo el mundo participaron en un seminario internacional en Nepal sobre el procedimiento y las técnicas para volver a medir la altura de la montaña.
En 2005, la Oficina Estatal de Topografía y Cartografía de China volvió a medir el pico y declaró 8.844,43 metros como la altura del Everest. Sin embargo, los funcionarios chinos y nepalíes no estuvieron de acuerdo sobre la altura.
Esta no es la primera vez que el Gobierno de Nepal intenta despejar las dudas volviendo a medir la altura, aunque sin éxito por distintas razones, pero ahora, dijo Bhatta, “el Gobierno lo ha declarado como un proyecto de ‘orgullo nacional’ y no hay posibilidad de que la misión sea abortada”.
Nepal recauda más de 3,5 millones de dólares en cuotas de los aspirantes a subir al Everest cada temporada, que normalmente comienza en abril y concluye en mayo.
Más de 75.000 extranjeros llegaron a Nepal en 2017 para realizar montañismo, algunos de los cuales pagaron unos 11.000 dólares por subir a la montaña más alta, un logro alcanzado por más de 5.000 escaladores desde que lo consiguieron por primera vez en 1953 el neozelandés Edmund Hillary y el nepalí Tenzing Norgay Sherpa.
Fuente: EFE