La construcción de la misión Plato de la ESA, cuyo objetivo es buscar y estudiar planetas más allá de nuestro Sistema Solar, estará liderada por la alemana OHB System AG como contratista principal, y dará comienzo a la fase industrial del proyecto.
El anunció fue realizado ayer jueves en el 69.º Congreso Internacional de Astronáutica de Bremen (Alemania), cuando se firmó formalmente el contrato.
Este abarca la provisión del satélite, incluida la fase de pruebas que llevará al lanzamiento, el soporte durante la campaña de lanzamiento y la fase de puesta en servicio en órbita.
La misión Plato (Tránsitos Planetarios y Oscilaciones de estrellas) será lanzada en 2026 con el objetivo de buscar y estudiar sistemas planetarios extrasolares, especialmente planetas rocosos y estrellas de tipo solar y sus zonas habitables, es decir, situadas a una distancia de la estrella que permita la existencia de agua líquida en la superficie de un planeta.
Como afirma Johann-Dietrich Wörner, director general de la ESA: “La posibilidad de que exista una segunda Tierra en el Universo es una de las cuestiones más apasionantes de la astrofísica actual”.
“Con Plato, queremos centrarnos en los planetas de tipo terrestre que orbitan la zona habitable alrededor de otras estrellas similares al Sol. Será un paso fundamental para encontrar otra potencial Tierra”.
La nave será construida y ensamblada por OHB junto con Thales Alenia Space (Francia y Reino Unido) y RUAG Space Suiza, aunque muchos otros Estados miembros de la ESA participarán en la construcción de este cazador de planetas europeo.
El Centro Aeroespacial Alemán (DLR) y un consorcio de varios centros e institutos de investigación europeos proporcionarán el instrumento científico, formado por un conjunto de 26 cámaras y unidades electrónicas, que se encargarán de observar una porción considerable del firmamento en busca de planetas.
“Plato es una misión exoplanetaria de nueva generación que monitorizará miles de estrellas brillantes en una amplia zona del firmamento, en busca de caídas minúsculas y regulares en su brillo provocadas por tránsitos planetarios”, explica Ana Heras, científica del proyecto Plato de la ESA.
“Como los planetas solo bloquean una porción mínima de la luz irradiada por su estrella progenitora, esta búsqueda requiere observaciones fotométricas prolongadas y precisas”.
Plato no solo buscará nuevos planetas, también investigará las propiedades de sus estrellas progenitoras y determinará las masas, tamaños y antigüedad de los planetas con una precisión inédita. De este modo, los científicos podrán comprender mejor la arquitectura de los sistemas exoplanetarios y determinar si podrían albergar mundos habitables. Además, Plato llevará a cabo astrosismología y, al estudiar la actividad sísmica de las estrellas, permitirá saber más sobre su interior y su evolución.
La misión ampliará el trabajo realizado por Cheops, el próximo vigilante de exoplanetas de la ESA, que se lanzará el año que viene y efectuará la primera caracterización de planetas conocidos. Su sucesor será Ariel, cuyo lanzamiento está programado para 2028, que observará una muestra generosa y diversa de exoplanetas para estudiar sus atmósferas con gran detalle.
Plato operará desde el punto virtual “L2” del espacio, a 1,5 millones de kilómetros de la Tierra tomando como referencia el Sol. Será nuestra avanzadilla para descubrir los misterios de multitud de mundos extrasolares.
“Estamos encantados de dar comienzo a la construcción de esta apasionante misión”, reconoce Filippo Marliani, responsable del proyecto Plato de la ESA.
“Con el primer contratista y el apoyo de la industria espacial europea, ansiamos empezar a construir una nave que abordará algunas de las cuestiones más profundas para la humanidad”. (Fuente: ESA)