Cada vez más instalaciones adoptan sistemas de administración bajo el paradigma de la Industria 4.0 basada en cuestiones de inteligencia y gestión eficiente. En concreto, los electrodomésticos cada vez incluyen más funcionalidades que facilitan las rutinas domésticas: frigoríficos que regulan su temperatura o hacen predicciones de los alimentos que faltan. Sin embargo, ¿y si además de estas funcionalidades también fuesen capaces de medir la calidad de la alimentación eléctrica que reciben? Esto les permitiría “autodiagnosticarse” y saber qué ha pasado ante una avería o prever un fallo futuro.
El grupo de investigación del Departamento de Ingeniería Electrónica y de Computadores formado por Ricardo Medina, Manuel Alonso, Aurora Gil, Antonio Moreno y Eduardo Cañete ha sentado las bases para el desarrollo de estas mejoras mediante el diseño y construcción de un sensor de bajo coste que permite la medición de la calidad de la corriente eléctrica en cada aparato con el fin de implementar estas características tanto en electrodomésticos como en cualquier aparato conectado a la corriente eléctrica. Sin obviar que este sistema también se puede expandir a entornos extra domésticos como la industria o el alumbrado público.
Lo revolucionario de la investigación reside en dos cuestiones. Por un lado, el bajo coste del sensor permitirá que los fabricantes de electrodomésticos incluyan estos sensores en sus aparatos, haciendo llegar los beneficios a la práctica mayoría de la sociedad. Por otro, este sensor permite la subida instantánea de los resultados de las mediciones individuales a la nube, donde se gestionan y se hacen accesibles los datos para los usuarios. De esta manera, se agiliza el proceso y se hace más eficiente.
El sensor ha sido desarrollado a partir de un circuito integrado que ya existía en el mercado al que se les ha añadido la circuitería auxiliar que permite adaptar las ondas de tensión y corriente. Tras ajustar parámetros internos y calibrar el circuito integrado, este es capaz de revisar las mediciones que luego un microcontrolador extrae, gestiona y sube a la nube en una especie de “preprocesado” de datos que luego se termina de completar en la nube.
La combinación del circuito y el microprocesador que han llevado a cabo este grupo de investigación optimiza el proceso más que programar todo en un microprocesador.
Este trabajo abre las puertas a nuevas aplicaciones enfocadas a, no solo medir, sino también actuar sobre la carga o darle un feedback al dispositivo, que tiene en todo momento conocimiento sobre las condiciones de la tensión de la alimentación a la que se ven sometidos.
La progresiva inteligencia de los electrodomésticos llevará aparejada tanto la comodidad para los usuarios y la certificación de cuál ha sido el problema real ante una avería del dispositivo (si depende de la calidad de la carga o de un fallo del aparato en sí) como una apuesta por la sostenibilidad de los recursos gracias a la prevención de averías basada en los datos medidos. (Foto. UCO)