“Infinity Flex Display” es el nombre que la empresa surcoreana decidió ponerle a esta nueva pantalla, siguiendo la línea de su “Infinity Screen” que presentaron en 2017 con el Galaxy S8, cuando comenzaron a reducir los bordes de las pantallas en sus teléfonos.
Si bien los ejecutivos decidieron no entregar muchos detalles sobre esta tecnología, sí hablaron del futuro de las pantallas, reconociendo los rumores que se habían filtrado en los meses anteriores. Ideas que les permitirán no sólo doblar pantallas, sino también, poner sensores y cámaras debajo de estas, para así evitar los notch.
“Me matan si les doy todos los detalles ahora, pero hay un dispositivo aquí adentro”, fueron las palabras con que el ejecutivo de la compañía bromeó durante la presentación, agregando que “para que este dispositivo se pudiera doblar, teníamos que hacer la pantalla más delgada que hemos creado hasta la fecha”.
En la presentación, Samsung mostró el dispositivo cubierto de una máscara, esto porque no querían revelar todos los aspectos de este teléfono, el que se espera sea lanzado completamente en “los próximos meses”, presumiblemente durante las conferencias del Consumer Electronics Show, CES, la feria que todos los años se desarrolla en Las Vegas, Estados Unidos, en enero.
De la poca información que la empresa entregó en esta oportunidad, se supo que el nuevo teléfono tendrá dos pantallas, una pequeña en tu parte frontal (cuando está cerrado) y una más grande de 7,3 pulgadas en su interior que es la flexible.
Además, gracias a la nueva interfaz presentada este mismo día por Google, Android ya cuenta con la capacidad -en desarrollo- de operar ambas pantallas de manera sincronizada, así, los usuarios podrán comenzar a operar una aplicación en la pantalla frontal del dispositivo y continuar utilizándola una vez abierto con una visualización más amplia.
Fuente: emol.com