Buena parte de lo que la ciencia médica sabe sobre las enfermedades procede de investigaciones hechas usando modelos de ratón (ratones específicamente criados para tener las características de la enfermedad que se está estudiando). Además, cada nuevo fármaco tendrá primero que demostrar cierto nivel de eficacia y seguridad en ratones. Pero los ratones no son humanos, y las diferencias entre especies han sido consecuentemente un obstáculo para trasladar la investigación del laboratorio a algo que sea valioso para pacientes y doctores.
Hasta ahora, no se ha incorporado de forma sistemática el conocimiento de las diferencias entre las especies a la interpretación de los modelos animales. Intentando superar este gran problema, científicos de la empresa CytoReason, con sede en Israel, y el Instituto Tecnológico de Israel (el Technion), trabajaron en el desarrollo de un modelo de conversión de datos de ratón a humano.
El resultado de esta labor ha tenido éxito y ahora se ha presentado públicamente.
Los datos de dolencias obtenidos de modelos de ratón son traducidos eficazmente por el sistema en datos de enfermedades humanas.
Dicho modelo de ratón a humano, denominado FIT (por las siglas de Found In Translation), ha demostrado su gran capacidad de extrapolar los resultados de investigaciones médicas hechas en ratones. Probado en modelos de ratón de 28 enfermedades humanas diferentes, el FIT ha obtenido buenos resultados, superando en hasta un 50 por ciento a los métodos tradiciones de extrapolación.