La nave espacial OSIRIS-REx pudo calcular el peso, el volumen y la densidad media del asteroide Bennu, y también determinó que la gran cantidad de piedras y rocas en su superficie puede complicar la tarea de recolectar muestras del suelo. El equipo de la misión habló sobre esto en la reunión de la Unión Americana de Geofísica, celebrada a principios de diciembre. Un comunicado de prensa en el sitio web de la Sociedad Planetaria informa brevemente sobre los resultados.
La estación interplanetaria automática OSIRIS-REx fue lanzada al espacio con el cohete portador Atlas V en septiermbre de 2016. El objetivo principal de la misión es el asteroide (101955) Bennu, un cuerpo de carbono de la clase espectral B y parte del grupo Apolo, al que estudiará durante unos siete años. Cuando la nave espacial se acercó al asteroide, aparecieron por primera vez los indicios de la forma del asteroide, y luego los detalles de su superficie. El estudio de estos objetos puede dar información importante acerca de la formación y evolución del sistema solar.
Después de llegar a Bennu el 3 de diciembre, OSIRIS-REx descubrió rastros de la existencia de minerales en la capa superficial del asteroide, que en el pasado tuvieron contacto con agua líquida. Los espectros de absorción obtenidos de la superficie de Bennu resultaron ser similares a los espectros obtenidos de los meteoritos de carbono encontrados en la Tierra. Luego de tres vuelos sobre el polo norte del asteroide, fue posible realizar estimaciones preliminares de la masa ((7.34 ± 0.15) x1010 kilogramos), el volumen ((0.06171 ± 0.0004) x 109 metros cúbicos), la densidad promedio (1190 ± 24 kilogramos por metro cúbico) y el parámetro gravitacional de Bennu, que es (4.9 ± 0.1) m3/s2.
Las fotografías obtenidas por el aparato muestran la presencia de una gran cantidad de rocas en la superficie del asteroide, lo que dificulta la recolección de suelo de Bennu, ya que el aparato solo puede recolectar partículas de un tamaño menor a dos centímetros. En este caso, las depresiones similares a cráteres y llenas con material de grano fino se consideran los lugares más adecuados para la recolección de suelo.
Según el plan, el programa científico de la misión durará aproximadamente dos años, durante este tiempo, la estación investigará la composición del asteroide y su estructura desde la órbita, y medirá el efecto Yarkovsky, que puede afectar las órbitas de los asteroides cercanos a la Tierra. Después, en marzo de 2021 la nave espacial volverá. Se espera que OSIRIS-REx deje caer una cápsula con la muestra a la Tierra en septiembre de 2023.
Fuente: nmas1.org