La madrugada del lunes 21 de enero, gran parte del planeta presenció el espectáculo de un eclipse de luna.
Durante este fenómeno, la Luna queda tapada por la sombra de la Tierra y la única luz solar que llega a su superficie está refractada por la atmósfera de nuestro planeta, lo que le da un tono rojizo.
Mientras observaba y fotografiaba el eclipse con un telescopio de 20 cm, un equipo de astrónomos e ingenieros del Centro Europeo de Astronomía Espacial de la ESA, cerca de Madrid (España), registró dos ocultaciones estelares cuando la Luna eclipsada tapó temporalmente dos estrellas de la constelación de Cáncer.
La primera fotografía, tomada a las 04:56 GMT del 21 de enero, muestra la estrella HIP 39869, situada a 5.930 años luz, poco antes de desaparecer tras el disco lunar. La segunda, tomada a las 05:21 GMT, muestra una estrella más cercana, la HIP 39749, a tan solo 309 años luz, mientras emerge por detrás de la Luna después de su ocultación.
Durante este eclipse, la Luna pareció algo menos roja que durante el acontecido en julio de 2018, y parte del limbo lunar fue más claro. Esto se debió a la geometría de este último eclipse, durante el cual la Luna pasó más lejos del centro de la sombra de la Tierra que durante el eclipse del mes de julio. (Fuente: ESA)