Es el volumen total de agua dulce que necesitan las empresas y los habitantes de un país para desempeñar sus funciones vitales o productivas. Esto incluye el agua consumida, pero también la que se contamina o evapora.
Por ello, la huella hídrica distingue tres tipos de agua: azul (consumida por el ser humano y las empresas), verde (la que se evapora) y gris (la que es contaminada durante la producción de los bienes y los servicios).
La Huella Hídrica azul es el agua que ha sido extraída de la superficie o de ríos subterráneos y también la que ha sido evaporada, incorporada en un producto o tomada de una masa de agua y devuelta a otra en ese momento, o en otro. Sistema de riego agrícola, industria y uso doméstico del agua también pueden tener huella hídrica azul.
Un metro cuadrado residencial construido genera una huella azul de cinco metros cúbicos!!!
Cada metro cuadrado residencial construido genera una huella hídrica azul de 5 metros cúbicos. Ésta es la principal conclusión extraída del primer estudio realizado por el Observatorio UAM-Vía Célere de Sostenibilidad Ambiental de la Edificación Residencial impulsado por Vía Célere, la Universidad Autónoma de Madrid y su Fundación (FUAM) (España), que ha sido presentado el 21 marzo en un acto público en la Fundación Cotec.
Según esta investigación, pionera en calcular la huella hídrica de la edificación residencial, una promoción tipo de 100 viviendas de 100 metros cuadrados cada una, genera una huella hídrica azul, definida como el volumen de agua (de origen superficial o subterráneo) consumido durante el proceso de producción, similar al que se necesitaría para llenar 20 piscinas olímpicas.
El evento ha sido presidido por Ainara Zubillaga, directora de Educación de la Fundación COTEC. Además, ha contado con la presencia de Rafael Garesse, rector de la Universidad Autónoma de Madrid, Juan Antonio Gómez-Pintado, CEO de Vía Célere y Fidel Rodríguez, director general de la Fundación de la UAM, quienes han puesto de manifiesto la importancia de este proyecto de innovación y transferencia entre las entidades, la colaboración Universidad-Empresa en favor de los retos de sostenibilidad que afrontan las ciudades y el impacto del sector inmobiliario en estos retos, así como su papel para crear ciudades más sostenibles.
Pascual Fernández, decano-presidente del Colegio de Economistas de Madrid y miembro del equipo del desarrollo del informe, ha presentado los resultados más destacados y Carlos Valdés, director de la Fundación Vía Célere, ha puesto de manifiesto el compromiso de Vía Célere de devolver un porcentaje de su huella hídrica azul cada año a través del apoyo a proyectos sociales relacionados con la mejora en la gestión del agua.