Se ha vivido un día histórico porque a partir de ahora se implementa una nueva definición del kilogramo, el kelvin, el ampere y el mol.
El cambio que se implementa en el Sistema Internacional de Unidades a partir de hoy quedará registrado en los libros de historia, no solo por su impacto para el avance de la ciencia y la tecnología sino también porque es la primera vez que se modifican cuatro unidades base a la vez con colaboraciones simultáneas en todo el mundo. Su aprobación se alcanzó en noviembre del año pasado, en la Conferencia General de Pesos y Medidas que tuvo lugar en Francia, frente al mítico Palacio de Versalles.
“A partir de ahora todas las unidades se definirán en base a constantes de la naturaleza, en lugar de artefactos, propiedades de materiales o experimentos teóricos irrealizables, como sucedía hasta ahora”, subraya Héctor Laiz, gerente de Metrología y Calidad del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) en Argentina. Esto se logró luego de varios años de reuniones y análisis de especialistas en todo el mundo.
“El caso del kilogramo es tal vez el más paradigmático porque ahora vamos a poder medirlo desde diferentes lugares del mundo”, destaca Marcos Bierzychudek del INTI. Hasta hoy, estaba definido por un objeto físico (cilindro de platino-iridio) pero ahora estará basado en la asignación de un valor a la constante de Planck.
Estas redefiniciones no van a impactar en la balanza que usa el médico para pesar a un paciente o en la carnicería a la hora de comprar un asado, pero sí tendrá gran repercusión para el campo científico. El mayor cambio probablemente lo sentirán los fabricantes de instrumentos científicos, que deberán adaptar sus productos a las nuevas mediciones.
“Para los metrólogos es un día clave, especialmente para nuestro grupo de trabajo porque uno de los cambios más importantes que hay en el sistema es justamente incorporar la forma de realizar las unidades eléctricas con mucha mayor exactitud”, suma Alejandra Tonina, jefa del Laboratorio de Metrología Cuántica del INTI.
También permitirá alcanzar mejores predicciones sobre el cambio climático, porque se podrán realizar mediciones más precisas para monitorear pequeñas variaciones en la temperatura. Lo mismo sucederá con la industria farmacéutica que, por ejemplo, podrá definir con precisión los microgramos de alguna droga o suministrar dosis de una medicación apropiadas para cada paciente.
“Además del aspecto científico, esta modificación también representará un desafío para la educación porque a partir de ahora habrá que enseñarles a los alumnos en los colegios secundarios las nuevas definiciones de las unidades de medida”, agregó Laiz, único representante sudamericano en el Comité Internacional de Pesas y Medidas —a cargo de la revisión—.
Para conmemorar este día, se realizó en el INTI una “Jornada Histórica en el Día Mundial de la Metrología”. El encuentro permitió debatir no solo sobre los disparadores de esta modificación sino también sobre cuáles podrán ser los futuros cambios. (Fuente: INTI)