Después de cinco intensos años, el Departamento de Instrumentación Avanzada del Centro de Astrobiología (CAB, CSIC-INTA) de España ha entregado al Jet Propulsion Laboratory (JPL) de la NASA en Estados Unidos los elementos de vuelo del instrumento MEDA, que están siendo integrados en el rover Mars2020 que la NASA enviará a Marte el año próximo.
El desarrollo de un instrumento espacial como MEDA (Mars Environmental Dynamics Analyzer, analizador de la dinámica ambiental de Marte), no concluye cuando el hardware es entregado para su montaje definitivo. Tras ese importante hito comienza una frenética actividad que consiste en la integración de todos los sistemas en el rover: los instrumentos, el sistema motriz, las cámaras, el brazo robótico, etc. En el proceso de integración, estos sistemas, que han sido desarrollados de manera totalmente independiente por distintas instituciones de todo el mundo, son ensamblados en su ubicación definitiva en un complejísimo mecano marciano y conectados entre sí a nivel electrónico, comunicándose entre ellos por primera vez. “Es un proceso durante el cual la presión es máxima, pues cada vez es más escaso el tiempo hasta el lanzamiento, y no hay prácticamente ya margen de error”, señala José Antonio Rodríguez Manfredi, ingeniero del Centro de Astrobiología e investigador principal de MEDA.
En el caso del instrumento español, la actividad más importante que se ha llevado a cabo tras la entrega ha sido la integración en el rover del “cerebro” del instrumento, denominado Instrument Control Unit (ICU, o Unidad de Control del Instrumento), y diseñado por Airbus-Tres Cantos. El equipo de ingeniería de MEDA realizó el seguimiento de esta actividad durante toda la tarde del sábado 18 hasta la mañana del domingo 19 del mes de mayo, y comprobó que los resultados de los ensayos realizados eran los esperados de acuerdo con los procedimientos previstos y con los requisitos del sistema. El siguiente paso será la integración, primero mecánica y posteriormente electrónica, de todos los sensores que constituyen MEDA, que serán colocados en el vehículo de la misión Mars 2020.
La misión Mars 2020 forma parte del Programa de Exploración de Marte de la NASA, y consiste en un vehículo explorador (similar al rover Curiosity) que cuenta con instrumentos científicos y sistemas diseñados para buscar trazas de vida pasada, caracterizar la geología y el entorno atmosférico del planeta rojo, recoger muestras para ser traídas a la Tierra en próximas misiones, y preparar una futura exploración humana de Marte.
El instrumento MEDA estará a cargo de la caracterización ambiental y del polvo en superficie, registrando todas esas magnitudes de manera ininterrumpida durante toda la duración de la misión. Los sensores están distribuidos por la cubierta y el mástil del vehículo, y realizarán sus operaciones en coordinación con el resto de los instrumentos que también forman parte de la misión. En concreto, MEDA consta de siete sensores para medir la dirección y velocidad del viento, la humedad relativa, la presión atmosférica, la radiación solar ultravioleta, infrarrojo y visible incidentes, las propiedades del polvo en suspensión, la temperatura del suelo y del aire, y además, una cámara para tomar imágenes del cielo marciano (incluidas las nubes).
El instrumento MEDA ha sido construido por un equipo internacional, liderado por el Centro de Astrobiología, y del que también forman parte las siguientes instituciones españolas: el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (en concreto su Departamento de Cargas Útiles), la Universidad de Alcalá, la Universidad Politécnica de Cataluña (Grupo de Micro y Nanotecnología), la Universidad de Sevilla / Instituto de Microelectrónica de Sevilla, el Instituto de Química-Física Rocasolano, la Universidad del País Vasco, y las compañías Airbus DS-Tres Cantos, ALTER Technology y AVS Added Value Solutions. Asimismo, también forman parte del consorcio las instituciones internacionales siguientes: las norteamericanas Jet Propulsion Laboratory, Cornell University, NASA Goddard, Texas A&M University, Aeolis Research y Michigan University, de EEUU; la Universidad de Padua, de Italia; y el Instituto Meteorológico Finés. El Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) ha participado en la financiación del proyecto y en la gestión de la relación con la NASA, y el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades han participado también en el desarrollo como agente financiador.
Si todo va bien, MEDA se sumará a las dos estaciones medioambientales que el Centro de Astrobiología y el CDTI ya tienen operando en Marte. Se trata de REMS (Rover Environmental Monitoring Station – Estación ambiental de monitoreo del rover) que llegó al planeta rojo en 2012 a bordo del rover Curiosity; y de TWINS (Temperature and Wind sensors for InSight mission – sensores de temperatura y viento para la misión InSight) que aterrizó en Marte el pasado noviembre. Estos instrumentos forman parte de la colaboración a largo plazo en misiones de exploración que se ha establecido entre España y EEUU desde hace más de una década, y que incluye también las antenas de comunicación con la Tierra aportadas por el CDTI a los rovers Curiosity y Mars 2020.
El Centro de Astrobiología (CAB) es un centro de investigación mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA). Creado en 1999, fue el primer centro del mundo dedicado específicamente a la investigación astrobiológica. En abril del 2000, se convirtió en el primer centro asociado al NASA Astrobiology Institute (NAI). Su principal objetivo es estudiar el origen, presencia e influencia de la vida en el universo. (Fuente: CAB)