El plástico, las latas y el reciclaje son parte de un proceso que no es nuevo, pero con el incremento del consumo de estos productos, también han cambiado las medidas para recolectarlo. Hoy hay cinco ciudades que han decidido ayudar a la gente a trasladarse por la ciudad a cambio de botellas de plástico, latas y más deshechos contaminantes.
1. Medellín, Colombia
Esta ciudad se ha transformado de una manera impresionante. Hace dos décadas era uno de los sitios más peligrosos del mundo por los cárteles de droga, pero hoy es considerada una de las ciudades más ecológicas de América.
Los residentes pueden pagar el metro con la iniciativa Recarga Verde. Existen máquinas de reciclaje en las estaciones que han intercambiado casi 2.5 millones de envases por un aproximado de 57 mil boletos de transporte.
2. Estambul, Turquía
Cabe recordar que Turquía es el tercer productor europeo de deshechos y el que menos recicla en ese continente. Sin embargo, desde el año pasado comenzaron a funcionar las máquinas para recibir residuos en la capital de este país. Cada una puede recolectar distintos materiales, que tienen valores específicos. Por ejemplo, si deseas viajar de las afueras de la ciudad al centro, necesitas entregar cerca de 28 latas de refresco.
3. Suravaya, Indonesia
Se estima que Indonesia es el segundo país que más plástico deshecha en los océanos después del gigante que es China. Por eso han puesto manos a la obra para ser una ciudad libre de plástico hacia 2020. Aunque suene utópico, la iniciativa parece funcionar bastante bien. Con 20 botellas de plástico puedes obtener un boleto de hasta dos horas.
4. Sidney, Australia
Casi la mitad de la basura que produce esta cosmopolita ciudad es plástico, por lo que el proyecto Envirobank es una apuesta gigantesca para solucionar el problema. Más de 500 máquinas han sido colocadas por la urbe para que tanto los residentes como los turistas desechen su plástico y puedan cambiarlo por crédito para el transporte público.
5. Pekín, China
Esta ciudad es una de las más contaminadas del mundo. Con más de 21 millones de habitantes, lleva mucho tiempo intentado terminar con el problema. Aquí las máquinas para cambiar plástico y aluminio por boletos para el transporte público se utilizan desde 2012, y aunque poco se ha logrado, se espera que las nuevas tecnologías ayuden a transformar el paisaje de esta ciudad.