Un grupo de investigadores e investigadoras del campus de la Universitat Politècnica de Catalunya · BaracelonaTech (UPC) en Terrassa (Catalunya, España) lideran un proyecto de investigación mediante el cual se determinarán los parámetros ambientales adecuados para la gente mayor y se establecerán las condiciones térmicas preferidas por este colectivo. El proyecto se desarrolla conjuntamente con la empresa Sanitas Mayores y está financiado con 100.000 euros por la Fundación General CSIC, Coperación Territorial Europa – Interreg y el Centro Internacional sobre el Envejecimiento (CENIE).
A pesar de que el confort térmico es determinante para la salud y calidad de vida de las personas ancianas, actualmente no existen normativas estatales ni internacionales que definan este indicador. El proceso de envejecimiento biológico y los problemas circulatorios disminuyen la capacidad de regular la temperatura corporal de las personas, un hecho que provoca la disminución de la sensación térmica.
Ahora, un equipo de investigadores e investigadoras del Grupo de Investigación e Innovación en la Construcción (GRIC) de la Universitat Politècnica de Catalunya · Barcelona Tech (UPC), professores de la Escuela Superior de Ingenierías Industrial, Aeroespacial y Audiovisual de Terrassa (ESEIAAT), ponen en marcha un proyecto que determinará de manera objetiva, y por primera vez, los parámetros que influyen en el confort térmico de los ancianos. Los datos obtenidos permitirán el desarrollo de un modelo estadístico que servirá para definir las temperaturas de consigna en las diferentes estancias de los centros de atención a personas mayores, en función de las condiciones climáticas exteriores.
Para obtener estos datos, se realizarán encuestas a 6.000 residentes y a 500 profesionales en diversos centros de Sanitas Mayores ubicados en Barcelona, Tarragona y Valencia. La encuesta se llevará a cabo en el entorno de los talleres que estas personas realizan habitualmente y en colaboración con los y las terapeutas ocupacionales de los mismos centros. Las preguntas serán directas y de fácil comprensión y harán referencia a la percepción de temperatura en el momento y lugar precisos donde se encuentre la persona.
Según explica la coordinadora del proyecto, la profesora de la ESEIAAT Núria Forcada, “esta metodología evita posibles sesgos en las respuesta, ya que una parte de los residentes de los centros Sanitas Mayores presentan algún tipo de deterioro cognitivo y este hecho podría incidir directamente en la comprensión de las preguntas y en la capacidad de respuesta”.
David Curto, responsable de la Dirección Asistencial de Sanitas Mayores señala que “en nuestros centros residenciales y centros de día apostamos por los más altos estándares de calidad asistencial, y trabajamos para ofrecer a nuestros residentes la mejor calidad de vida posible. Por ello, consideramos importante participar en este tipo de estudios que trabajan por conocer las mejores condiciones para el cuidado de nuestros mayores”.
Para determinar objetivamente la sensación térmica, el equipo de investigación de la UPC monitorizará a lo largo de un año las condiciones ambientales interiores y exteriores de varios espacios de cada uno de los edificios a analizar. Para ello, utilizarán sondas de temperatura y humedad relativa dentro y fuera del edificio, un sensor de velocidad del aire en el interior, y un sensor de globo para recoger información sobre el calor que absorben o emiten todos los elementos que hay en la sala, como mobiliario, paredes, ventanas y hasta las mismas personas.
Y es que el peso, la altura, el índice de masa corporal, la vestimenta y la actividad que realizan las personas condiciona su sensación térmica. El análisis de esta información, junto con los datos recogidos por los sensores, y a partir de las encuestas, permitirá desarrollar el primer modelo estadístico de confort térmico específico para la gente mayor.
Para evaluar la influencia del clima en el confort térmico, los resultados se compararán con los que obtendrá el Instituto de Saúde Pública da Universidade do Porto (ISPUP), que analizará otros centros residenciales ubicados en el área metropolitana de la ciudad portuguesa.
El equipo de investigadores e investigadoras de este proyecto está coordinado por Núria Forcada y lo integran Miquel Casals, Marta Gangolells, Marcel Macarulla, Xavier Roca y Blanca Tejedor, del campus de la UPC en Terrassa. El trabajo está financiado con 100.000 euros por la Fundació General CSIC, Cooperación Territorial Europea – Interreg y el Centro Internacional sobre el Envejecimiento (CENIE). (Fuente: UPC)