Según un grupo de investigadores de Etiopía y el Reino Unido, esa taza de café a la que muchos le tenemos tanto cariño podría volverse más cara y saber peor en los próximos años. En el futuro, incluso podría desaparecer.
El estudio, publicado en Science Advances, analizó los riesgos y desafíos que enfrenta el café silvestre alrededor del mundo, y los efectos que factores externos, como el cambio climático y la deforestación, tienen sobre su futuro y la sostenibilidad de la industria.
Las especies silvestres de café son cruciales para el desarrollo de las cosechas, pero el estado de su conservación es poco conocido por el público. El cultivo de café en Madagascar y Tanzania es particularmente vulnerable.
“El café requiere un hábitat de bosque para su supervivencia”, dijo Aaron P. Davis, que lideró la investigación. “Con tanta deforestación en todo el mundo, las especies de cafés silvestres están siendo impactadas a un ritmo alarmante”, agregó.
Según Davis, las plantas de café crecen en hábitats naturales muy específicos, por lo que los cambios de temperatura y de precipitación más leves pueden tener efectos devastadores sobre las cosechas y, por lo tanto, sobre las cadenas de producción.
Algunas especies de café podrían desaparecer en solo 10 a 20 años si el ritmo de la deforestación y el cambio climático se mantiene.
Los investigadores del estudio alientan a los gobiernos y productores de café a incrementar las protecciones para las especies de café y a almacenar sus semillas como medidas para combatir estos desafíos.
De los 124 tipos de café silvestre, 75 están en riesgo de extinción, y alrededor de 35 crecen en áreas sin protecciones de conservación. La variedad comercial más popular, el café arábica, también está en peligro.
Según los expertos, podría desaparecer en 60 años si no se toman las medidas necesarias. Durante el proceso de su extinción, el café comercial podría elevar su costo y desmejorar su calidad.