Qué es el consumo responsable
El concepto de “consumo responsable” hace referencia a un tipo de consumo alejado del típico “consumismo” en el que el consumidor es un agente activo que busca que las actividades de la empresa que le provee productos o servicios tenga un comportamiento ético tanto en el plano social como en el medioambiental. Es decir, no solo se consume atendiendo a las propiedades del producto o siguiendo los dictados de las estrategias de marketing, sino siendo consciente y responsable en cuanto al impacto que ese producto o servicio genera en el medio ambiente y en la sociedad en general.
Para ello, debemos analizar varios aspectos del producto o servicio: lo primero es comprobar que el producto es realmente es necesario. Una vez pasado este corte, debemos analizar las siguientes 5 líneas generales:
- Producción
- Transporte
- Distribución
- Consumo
- Residuos
Por ejemplo, podemos comprobar que las materias primas que conforman el producto hayan sido producidas/extraídas de acuerdo a políticas respetuosas; que se hayan utilizado recursos lo más cercanos posibles; que la distribución sea justa y equitativa para los vendedores; que el consumo requiera de los menores impactos posibles, y que estos sean minimizados; y que todos los residuos derivados de la actividad sean gestionados de forma que no se dañe el medio ambiente, reintegrándolos al ciclo productivo cuando sea posible.
Qué es el consumo irresponsable
En el polo opuesto al consumo responsable encontraríamos el consumo irresponsable. En definitiva y por desgracia, es el tipo de consumo que impera en la sociedad actual, en la que el consumidor se guía por las campañas publicitarias, que pueden incluso crear necesidades ficticias o creadas, en vez de por el impacto beneficioso o perjudicial que el producto o servicio pueda tener. Una buena herramienta estandarizada para comparar productos es el análisis ACV o análisis del ciclo de vida.
Como una variante podemos encontrar el greenwashing, que es un conjunto de estrategias de marketing que hacen ver que una empresa es “verde”, pero sin tener una contrapartida respetuosa real, por lo que se conforman como una verdadera estafa al consumidor concienciado. En definitiva, estas compañías, hacen un mal uso del marketing verde. Aquí te contamos más sobre el Greenwashing: qué es, cómo funciona y ejemplos.
Beneficios del consumo responsable
Los beneficios del consumo responsable son múltiples. Los beneficios sociales incluyen la promoción de la igualdad de género y de la no discriminación o el respeto a los mercados locales, entre otros. En cuanto a los beneficios medioambientales, encontramos:
- Reducción de las actividades extractivistas, que no son renovables y generan un gran impacto medioambiental. Por ejemplo, la extracción de combustibles fósiles y el uso de estos tiene un gran impacto negativo en el medio ambiente. En este otro post puedes conocer mejor el Impacto ambiental del petróleo y el gas natural.
- Mejora en la gestión del territorio. Por ejemplo, reduciéndose la Contaminación del suelo, de la cual te hablamos más aquí.
- Reducción del uso de sustancias peligrosas y de la contaminación.
- Disminución de la huella hídrica y la huella de carbono. En este otro post te contamos Cómo reducir mi huella de carbono.
- Reintegración de residuos al ciclo productivo.
- Ahorro de energía.
- Promoción de productos y valores ecológicos.