Green Area, se celebra hoy el Día Mundial de las Ballenas y los Delfines, con objectivo de frenar la caza indiscriminada y tortuosa de estos hermosos animales en peligro de extinción.
Aún existen muchos países que persisten en la caza de estos mamíferos acuáticos y lo que es peor, parece no importarles.
En 2019…Japón seguirá !!!
Casi inmedatamente después de la prohibición de la caza de ballenas de 1986 entrase en vigor, Japón lanzó su programa de cacería científica, ampliamente reconocida como un encubrimiento para su operación de la caza comercial de ballenas.
La carne de estas ballenas – supuestamente asesinados por la ciencia – se vende en los mercados de alimentos o se distribuyen gratuitamente o a bajo costo a escuelas y hospitales con la intención de fomentar la comercialización para el consumo de la carne de ballena.
La flota ballenera japonesa sale dos veces al año. Por lo general, en noviembre, los buques se dirigen al Santuario Oceánico del Sur, donde su exención a la prohibición de la caza de ballenas para la ciencia les permite matar hasta 1.000 ballenas de minke o enanas. Los barcos balleneros luego se dirigen al noroeste del Pacífico en mayo, donde los balleneros japoneses pueden matar hasta 100 ballenas de minke, 50 ballenas de Bryde y 10 cachalotes en el nombre de la ciencia.
Comprobar cómo después del fallo del CIJ la política de caza es inamovible para Japón ha sido un mazazo para las asociaciones ambientalistas. Dónde y cuántas puede ser algo variable, pero continuará con la caza “científica” contra viento y marea.
¿Un lavado de cara?
Poco consuelan a los conservacionistas las declaraciones del ministro de Pesca de Japón, Yoshimasa Hayashi, diciendo que autorizará la pesca de hasta 210 ballenas, la mitad de las que solía permitir cazar el Gobierno japonés. Incluso está empezando a arraigar la idea de que el fallo fuese una solución conveniente para lavar la cara a Japón dentro de un contexto de gran presión mediática. Para que el puzzle se complete en esta pretendida acción orquestada, el siguiente paso sería la presentación de nuevos planes científicos para que el CIJ ceda y volver a las andadas en la temporada 2015-2016.