Como su propio nombre indica, la llanura abisal tiende a ser llana y horizontal; fácilmente identificable al estar rodeada por terrenos submarinos con pendientes e inclinaciones.
Se estima que aproximadamente el 40% del fondo oceánico del planeta lo constituyen las llanuras abisales. De esta forma, podemos encontrar llanuras abisales en los cuatro océanos del mundo, entre las que destacan la llanura abisal argentina y la de Vizcaya en el Océano Atlántico, las de Somalia y Arabia en el Índico, las llanuras abisales Tufts y Aleutianas en el Océano Pacífico y las llanuras abisales Bellishausen y Enderby en el Ártico.
Llanuras abisales: características
En las llanuras abisales se da la mayor concentración de sedimentos del planeta, donde capas de sedimentos provenientes de la solidificación de magma, así como componentes de rocas ricos en magnesio y sílice, se van acumulando año tras año.
Las llanuras abisales aparecen como enormes áreas de terreno llano, desiertos oceánicos en los que algunas veces se pueden encontrar ciertos elementos del relieve, como las islas y colinas volcánicas y los guyot (estructuras de forma cónica que probablemente surgieron como islas volcánicas pero que fueron gravemente erosionadas, presentando la cima aplanada y quedando sumergidas en el fondo oceánico).
Animales de las llanuras abisales
Debido a la falta de luz en las llanuras abisales, la fauna que podemos encontrar en estos ecosistemas acuáticos de agua salada es realmente pobre. Apenas existe vida, salvo la presencia de ciertas especies de bacterias quimiosintéticas que, tal y como su nombre indica, realizan quimiosíntesis en lugar del común proceso de fotosíntesis que otras bacterias y las plantas realizan para nutrirse. En este caso, dichas bacterias utilizan diferentes productos gaseosos que toman del subsuelo de las zonas volcánicas que existen en las llanuras abisales, los cuales procesan químicamente hasta obtener los nutrientes necesarios para su supervivencia.
Por otro lado, podemos encontrar algunos animales invertebrados dentro del grupo de los gusanos abisales y ciertos vertebrados, los peces abisales. Estos peces abisales cuentan con bocas de gran tamaño y diferentes tipos de estructuras morfológicas que usan a modo de trampas o cebos para atrapar a sus presas.
Como hemos señalado anteriormente, la falta de luz característica de las llanuras abisales es la responsable de que las formas de vida que en ellas habitan deban adaptarse y desarrollar otros métodos y procesos de nutrición. En el caso de los peces, encontramos numerosos ejemplos del uso de la bioluminiscencia para atrapar a sus presas. Se trata de apéndices luminosos que tienen en la zona anterior de su cuerpo y que usan para llamar la atención de sus presas y, una vez que estén cerca, son atrapadas, cayendo en las redes de las grandes bocas de sus depredadores.
En este otro artículo de EcologíaVerde te seguimos hablando sobre fauna curiosa de los océanos y te contamos algunos datos sobre 20 animales raros marinos en peligro de extinción.