Una excavación halla más de 2.500 objetos líticos y óseos que permiten conocer mejor el Paleolítico medio en Galicia.
Los trabajos arqueológicos y la excavación desarrolladas a lo largo de las últimas semanas por miembros del Grupo de Estudios para la Prehistoria del Noroeste, Arqueología, Antigüedad y Territorio (GEPN-ATT) de la Universidad de Santiago de Compostela (USC) y del Institut Català de Paleocología Humana i Evolució Social (IPHES) de Tarragona en la Cueva Eirós (Triacastela, Galicia, España) permiten adentrarse en el conocimiento de los modos de vida de los grupos neandertales que durante el Paleolítico medio moraron en esta cueva, al tiempo que acercan luz sobre las formas de aprovechamiento y explotación de los diferentes recursos del territorio durante un período sobre el cual se dispone de muy poca información en Galicia.
Las intervenciones arqueológicas de esta campaña se centraron, según indicó Ramón Fábregas Valcarce, el catedrático de la USC que lidera el grupo de investigación, en las ocupaciones neandertales localizadas a la entrada de la cavidad y permitieron excavar toda la extensión del nivel 4, lo que concentra la mayor densidad de restos de la cueva y que ya ha proporcionado para la investigación más de 2.500 objetos líticos y óseos.
Las estancias en las que se centró esta última actuación se corresponden con campamentos residenciales donde los grupos de neandertales pasaron un tiempo prolongado en Cova Eirós y realizaron diversas actividades. La presencia de hogares, huesos quemados y con marcas de corte y percusión identificadas sobre su superficie indican que cazaban animales, entre los que se advierte un predominio de ciervos, para luego procesarlos dentro del yacimiento, tanto para su consumo como para el aprovechamiento de sus pieles, relata el investigador de la USC.
Los numerosos restos líticos, con núcleos, lascas e instrumentos retocados, indican que tallaron sus herramientas en cuarzos locales, transportados desde los canales próximos. Además, las herramientas de talla Levallois en cuarcita de grado fino dan cuenta de la gran complejidad tecnológica de estos grupos y de su pericia técnica. De este modo, añade, las intervenciones ya desarrolladas en el nivel 4 de Cova Eirós aportan amplia información para ahondar en el conocimiento del Paleolítico medio en Galicia.
Más allá de las actuaciones arqueológicas, durante la primera semana de esta campaña, el trabajo realizado por miembros del club CETRA y Ártabros permitió levantar la topografía tridimensional de la cavidad. Luego, explica de Lombera, fue posible identificar los puntos de contacto entre las galerías interiores que conforman Cova Eirós y descubrir que tiene conexión con otra pequeña cavidad vecina, llamada Cueva de las Cabras. (Fuente: IPHES / DICYT)
