La cova Bonica, es una cueva utilizada durante el Neolítico que se sitúa cerca de la ciudad de Barcelona. Se encuentra formada por tres salas, una principal y dos laterales. Fue descubierta en 1936 y se recuperó su estudio a principios del siglo XXI por la Universidad de Barcelona.
Al tratarse de un yacimiento arqueológico de las primeras poblaciones agrícolas y ganaderas neolíticas llegadas a la península Ibérica desde el Mediterráneo central y procedentes a su vez del Próximo Oriente, resulta de gran interés conocer la antigüedad de estas poblaciones humanas.
En este yacimiento prehistórico del Neolítico antiguo, se hallaron más de trescientos restos humanos pertenecientes a siete individuos, uno adulto y los demás infantiles y juveniles.
En este caso, fueron datados tanto dientes como huesos humanos, así como de animales domestico de ovejas y cabras.
Las dataciones realizadas en el Centro Nacional de Aceleradores (CNA) de España aportaron información sobre la antigüedad de este yacimiento. Se estableció que las fechas oscilan entre el 5500 y 5200 antes de Cristo, siendo por tanto su antigüedad del orden de los 7.500 años antes del presente.
En la cueva, aparte de los restos humanos y de animales se encontró un ajuar funerario muy variado, constituido por objetos de adorno personal, cerámicas y herramientas, así como restos ovinos correspondientes a su uso como corral.
Uno de los objetivos del trabajo ha sido el de reconstruir las prácticas funerarias del Neolítico Antiguo en el suroeste de Europa, ya que los yacimientos arqueológicos de este período son escasos en la Península Ibérica.
Esta investigación ha sido publicada en la revista Journal of Archaeological Science: Reports y en ella han colaborado instituciones tales como el Centro Nacional de Aceleradores, la Institución Milá y Fontanals-CSIC, y universidades como la Rovira i Virgili, la de Barcelona, la Autónoma de Barcelona o la de Murcia. (Fuente: CNA / DICYT)