En la actualidad, cerca del 80 % de las poblaciones europeas de águila perdicera se encuentran en la península ibérica. Cataluña es el único lugar de la Península donde la población de águila perdicera se está recuperando. También se aprecia esta tendencia en las islas Baleares, donde ha sido reintroducida.
En concreto, de las 85 parejas censadas en Cataluña en 1980 se pasó a solo 65 en el año 2000. Desde entonces, la población se ha ido recuperando progresivamente, hasta las 77-79 parejas actuales, seis de las cuales se encuentran en la demarcación de Girona.

El Equipo de Biología de la Conservación de la Facultad de Biología y del Instituto de Investigación de la Biodiversidad de la Universidad de Barcelona (IRBio), en colaboración con el Grupo de Apoyo de Montaña del Cuerpo de Agentes Rurales, ha detectado un nido con tres polluelos de águila perdicera (Aquila fasciata) en el Parque Natural del Cap de Creus. Se trata de un hallazgo excepcional, dado que solo se habían detectado nidos con tres polluelos en cinco ocasiones en toda Cataluña, hace más de diez años. Desde 2005, la reproducción de esta especie amenazada ha ido a la baja, y actualmente la media anual se encuentra por debajo de un polluelo por pareja.
Las puestas triples y la cría de tres polluelos en el águila perdicera son bastante raras en Cataluña, donde las águilas usualmente ponen dos huevos, o a veces uno. Los factores que inciden en puestas elevadas se desconocen, pero pueden estar relacionados con una abundancia importante de alimento en el medio, con el descanso reproductor algunas temporadas, o con las características individuales de los ejemplares. La abundancia, sin embargo, de alimento en el medio durante el período previo a la puesta permite que la hembra pueda lograr una buena condición corporal y realizar una puesta elevada y viable, así como posteriormente criar tres polluelos con éxito.
El nido pertenece a una pareja de águila perdicera presente en esta área desde hace pocos años. De hecho, en 2014 crio por primera vez, y también en 2015, pero hacía tres años que no se reproducía. Los polluelos ya han cogido el peso suficiente para emprender el vuelo.
El Equipo de Biología de la Conservación (UB-IRBio) es un grupo de referencia desde 1980 en la investigación de la ecología del águila perdicera y en la aportación de soluciones para mejorar su conservación. Esta especie, conocida también como águila de Bonelli, en homenaje al ornitólogo Franco Andrea Bonelli —que la documentó por primera vez en 1819—, está considerada una especie en peligro en el continente europeo.
La Generalitat trabaja para preservar el águila perdicera en Cataluña y lleva a cabo el seguimiento de la población de esta especie, que sufrió un gran descenso durante los años 80 y 90, cuando llegó a mínimos históricos. En los últimos años, la población se ha estabilizado y se observa la colonización de algunos territorios. La Generalitat también interviene cuidando el entorno donde habita y minimizando las actividades humanas que estorben la especie y pongan en peligro su éxito reproductor. En paralelo, también lleva a cabo actuaciones para garantizar la presencia de sus presas potenciales, como mejoras del hábitat o repoblaciones. Además, en colaboración con empresas eléctricas, interviene para reducir el impacto de las infraestructuras consiguientes en la mortalidad de la especie. (Fuente: UB)