Según una nueva decisión del gobierno. Austria fue el primer país europeo en prohibir este herbicida, que ha encendido las alarmas en todo el mundo por sus efectos nocivos sobre el ambiente y la salud de las personas. También existen restricciones en República Checa, Italia y los Países Bajos. La Unión Europea, por su parte, tiene pautado 2022 como fecha máxima de autorización.

Monsanto fue la compañía que empezó a comercializar un herbicida con este compuesto con el nombre de Roundup. La empresa, que actualmente es propiedad de la multinacional alemana Bayer, enfrenta demandas por los efectos del uso de este producto sobre la salud de distintas personas. Pues en 2015 el grupo de investigación sobre cáncer de la Organización Mundial de la Salud (OMS) clasificó al glifosato como “posiblemente cancerígeno para humanos”.

Sin embargo, en esta oportunidad, la razón de la prohibición no son las consecuencias para los humanos, sino para los insectos.

La decisión de Alemania, impulsada por su Ministerio de Medio Ambiente, se enmarca en una campaña para evitar la extinción de los insectos, sobre todo de las abejas, a causa del glifosato. Además, responde a distintas iniciativas ciudadanas que buscan impulsar que se reduzca el uso de productos químicos potencialmente perjudiciales para la salud.

La medida parte del diagnóstico de que el uso de pesticidas es una de las causas de mortandad de los insectos. El glifosato, en particular, no solo elimina las malas hierbas, sino que genera efectos negativos en el ambiente, como la muerte masiva abejas.

Recordemos que los insectos tienen un rol fundamental en la polinización, que es lo que permite que muchas especies vegetales puedan reproducirse. Esto no es solamente importante para los ecosistemas, sino también para las personas, ya que gran parte de los cultivos dependen de que los insectos sigan existiendo.

Se estima que de cada 10 alimentos que comemos, por lo menos cinco han tenido acción directa de las abejas en un 80%. Pero además, existen otros polinizadores como las avispas, las mariposas e incluso aves como los colibríes.

El gobierno alemán buscará reducir sistemáticamente los productos que contengan glifosato en parques públicos y jardines privados, así como también en los campos previos a las cosechas. La suspensión de su uso será gradual y progresiva, hasta eliminarlo por completo en 2023.