El hormigueo o entumecimiento es uno de los síntomas más comunes de la Enfermedad de Buerger, que se vincula con el tabaquismo. Se trata de una condición que afecta los vasos sanguíneos de los brazos y las piernas que, cuando se inflaman y obstruyen el flujo normal de la sangre, pueden formar coágulos. Esto trae dolor, daño en los tejidos o, en los casos más graves, gangrena.

Por este motivo, la Enfermedad de Buerger también podría ocasionar otros síntomas, como:

– Manos o pies pálidos, morados o rojos

– Manos o pies fríos

– Dolor en manos y pies

– Inflamación de las venas debajo de la piel

– Cambios en la piel, como aparición de llagas dolorosas o úlceras

Especialistas de la Clínica Mayo indican que la mayoría de las personas que padece la enfermedad de Buerger fuma. Se calcula que quieres consumen un paquete y medio de cigarrillos (o más) al día tienen mayor probabilidad de sufrirla.

Los científicos aún están investigando de qué manera el tabaco aumenta el riesgo de la enfermedad de Buerger, pero un argumento es que las sustancias químicas del tabaco generan irritación en el revestimiento de los vasos sanguíneos, por lo cual se inflaman.

Al dejar de fumar, además de disminuir este riesgo, se puede reducir la posibilidad de sufrir una enfermedad cardiovascular. El Instituto Nacional del Cáncer señala otras ventajas de dejar de fumar:

– Menor probabilidad de sufrir accidentes cerebrovasculares y cáncer

– Una mejoría en la respiración

– Disminución de la tos

– Menor agitación

– Menor presión arterial

– Mejoría en el aspecto de la piel

– Menor tono amarillento en dientes y uñas

– Mejor sabor en los alimentos