España es el segundo país del mundo con más Reservas de la Biosfera, después de Estados Unidos, y en breve incluso podría haber empate. Todo depende de si la superpotencia no incluye ningún territorio en su propia lista, en cuyo caso España le superaría por uno (actualmente son 47, frente a los 45 españoles), ya que la Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), entidad que las concede, ha apoyado la declaración de dos nuevos espacios protegidos en España.
Aún así, falta despejar tanto esta incógnita como esperar a la decisión de la organización mundial con respecto a la incorporación a la lista de dos auténticas joyas, como son la Reserva de la Biosfera Transfronteriza Meseta Ibérica entre España y Portugal y, en segundo lugar, la Reserva de la Biosfera del Macizo de Anaga, en Tenerife.
Y, pase lo que pase, no puede negarse de que la cifra actual de reservas españolas es un número significativo del que estar orgullosos, sobre todo teniendo en cuenta que hay un total de 631, repartidas en 119 países.
Casi la mitad en Andalucía y Castilla y León
Actualmente, prácticamente el 40 por ciento de las Reservas se concentran en las autonomías andaluza y catellano leonesa, respectivamente con 9 y 8 espacios protegidos, seguidos por las autonomías tinerfeña (6), gallega (5) y las cuatro de Asturias. Por último, se han adjudicado dos a Madrid y Cataluña y una a Aragón, La Rioja, Navarra, País Vasco, Baleares, Castilla-La Mancha y Extremadura.
Si bien todas ellas son zonas de valor único en lo ecológico, y representan una amplia variedad de ambientes terrestres, costeros o marinos, en realidad su orientación va más allá de este aspecto. En este sentido, no puede olvidarse el contexto actual, en el que la integración del desarrollo humano y la conservación es un punto clave para fomentar el turismo verde. Es la razón, por otra parte, de que esta iniciativa de la Unesco haya cobrado una creciente relevancia en los últimos años, aunque ello pueda tener efectos positivos indirectos que finalmente representen un beneficio ecológico.
¿Qué son las Reservas de la Biosfera?
Las Reservas de la Biosfera son mucho más que espacios naturales y culturales de gran atractivo. Además de su belleza y singularidad, son espacios de la geografía que además de resultar interesantes desde un punto de vista turístico, se llevan a cabo soluciones que buscan conciliar el uso sostenible de recursos con la preservación de la biodiversidad.
Por un lado, son espacios protegidos que forman parte de una red mundial creada por la Organización de la Unesco, y que desde su creación, a principios de los setenta, va aumentando el número de espacios por considerar que apuestan por un uso sostenible de la biodiversidad y la conservación.
En concreto, el Programa del Hombre y la Biosfera es el que recoge y contabiliza estos espacios protegidos. Tiene carácter científico e intergubernamental y su fin es mejorar la relación de las personas con el entorno desde un enfoque global y científico.
Se trata, en suma, de establecer una base científica para mejorar la relación de las personas con su entorno en favor de la sostenibilidad. De hecho, las Reservas de la Biosfera han de aplicar sus principios o, lo que es lo mismo, demostrar que caminan en esa dirección, la que busca mejorar la relación entre ser humano y medio ambiente.
En España, las Reservas de la Biosfera se coordinan a través de la Red Española de Reservas de la Biosfera (RERB), integrada por todas ellas. El Organismo Autónomo de Parques Nacionales (OAPN), por último, brinda soporte a las actividades conjuntas realizadas. Es clave intercambiar experiencias y generar conocimientos aplicables al desarrollo sostenible.
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