La basura plástica tiene en los animales unas víctimas tremendamente vulnerables, en especial aquellos que pertenecen a los ecosistemas oceánicos. Entre ellos, las aves marinas, con unos porcentajes de ingestión que rondan el noventa por ciento. En el 2050 se espera que el problema lo sufra el 99 por ciento de ellas. Si las cifras son impactantes o, lo que es lo mismo, si asusta la dimensión del problema, todavía lo hace más su progresión. Tengamos en cuenta un dato que habla por sí solo: En los años ochenta, hace solo unas décadas, podía considerarse un hecho insólito, pues solo afectaba a una de cada diez aves. 300 millones de toneladas de plástico anuales El alarmante agravamiento de la situación, según un nuevo estudio de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos (NAS, por sus siglas en inglés), es consecuencia de la masiva producción de plástico. Cada año se fabrican cientos de millones de toneladas de plástico y una buena parte acaba en los océanos. Actualmente se producen unos 300 millones de toneladas de plástico cada año, con una progresión también exponencial, paralela a la que se observa en el porcentaje de aves marinas que lo ingieren. De esos 300 millones de toneladas de plástico, alrededor de 7 millones de toneladas acaban ensuciando los océanos, y prácticamente la totalidad de las aves marinas acaban probándolo. Muchas pagan con su vida por hacerlo. El área afectada, siempre según el informe de la NAS, es cada vez mayor. Lógicamente, incluye el gran parche de basura del Pacífico, conocida como la “gran sopa de plástico” o el “séptimo continente”, por sus increíbles dimensiones, cercanos a los 3,4 millones de kilómetros cuadrados. Una catástrofe ecológica que, lamentablemente, encontramos a una escala más pequeña en otros puntos del planeta. Tantos, que carecería de sentido confeccionar una lista, pues el plástico poluciona por doquier. Reducir su impacto solo será posible potenciando el reciclaje y buscando alternativas que permitan reducir su producción. Ecologiaverde