Los residuos son un grave problema para las grandes ciudades y, en definitiva, para el conjunto de la población mundial. Por un lado, diferentes factores —como la sobrepoblación, las diferentes actividades humanas modernas y el consumismo— han contribuido a acumular gran cantidad de residuos (cientos y miles de toneladas anuales), cantidad que va en aumento. Por otro, no en todos los países existe la tecnología adecuada para reciclar los residuos y, hasta ahora, su manejo no ha resultado eficiente. Las quemas a cielo abierto y la disposición en tiraderos o vertederos, por ejemplo, provocan problemas como la contaminación, que acarrea enfermedades y daño al ambiente, además de conflictos sociales y políticos.   Antes recursos naturales, ahora residuos   Lo primero que hay que tener en cuenta al analizar el problema de los residuos es su origen. ¿Qué eran los residuos antes de ser desechados? La respuesta es simple: materias primas. Todas las cosas que usamos a diario y que luego desechamos (periódicos, botellas y bolsas de plástico, latas de aluminio, etc.) se hacen con materiales procedentes de la Tierra, en cuya producción y consumo, se ha empleado, además, energía y agua.   Según Wikipedia (consultada en 2008), sólo 7 países, que son únicamente el 20% de la población mundial, consumen más del 50% de los recursos naturales y energéticos de nuestro planeta. Sin embargo, nuestro planeta tiene una cantidad limitada de estos valiosos recursos: su sobreexplotación y el incremento de la contaminación son una amenaza para la capacidad regenerativa de los sistemas naturales.   Destino de los residuos   Para llegar a una solución, hay que tener claro qué se hace luego con los desechos sólidos.   Vertederos: La mayor parte va a parar a los vertederos, pero los que existen en la actualidad no bastan para contener toda la basura. Por eso, es imperioso encontrar otros lugares para dejar la basura. Otro problema de los vertederos es que pueden ser perjudiciales para la salud. Cuando llueve, el agua se mezcla con la basura y forma un caldo tóxico que puede filtrarse en tierra, y es posible que llegue al agua potable.   Quema de basura: Quemar la basura es la solución más limpia; sin embargo, el inconveniente principal es el coste económico de construir y mantener las incineradoras. Otro inconveniente es que las cenizas resultantes deben ser enterradas o almacenadas en algún sitio, y esta ceniza es tóxica por lo que es peligrosa para nuestra salud.   Todo esto supone graves problemas.   Hacia una solución   A pesar de todo, una solución es posible y depende del compromiso de cada integrante de la sociedad. Se puede empezar a caminar en esa dirección con tres medidas generales básicas que contribuyen al problema del manejo de los residuos, denominadas comúnmente “ley de las tres erres”. Las tres medidas que integran la ley son: reducir, reusar y reciclar.   Reducir: Significa detener el problema de basura antes de que este comience, eliminando el origen de la contaminación antes de afrontar los efectos. Va dirigido al proceso de producción de productos, es decir, ocupar el mínimo de elementos además de hacerlo en forma limpia, lo que implica también al consumidor una vez que el producto está en sus manos.   Este principio se puede aplicar en cualquiera de las fases del ciclo productivo, es decir, en la generación de los artículos, la distribución y el consumo.   Reducir en el punto de origen puede llevar consigo la disminución en cantidad y toxicidad de la basura que generamos. Además, ayuda a conservar los recursos naturales, disminuir la contaminación del aire y el agua, disminuir los desechos, como ya lo dijimos, y, por ende, bajar los costos en el proceso de recolección y destino final de los desperdicios.   Reusar: Muchos materiales que son destinados a la basura pueden resultar útiles para otras cosas, extendiendo su vida útil. Eso sí, hay que tener mucho cuidado en no utilizar envases que hayan contenido elementos tóxicos como combustibles, insecticidas, etc. Menos aún para almacenar alimentos o para el uso de los niños.   Reciclar: Se refiere a usar ciertos residuos como materia prima para producir nuevas mercancías. Hay muchos objetos que no se pueden reutilizar, pero sí los materiales de los cuales están hechos que pueden reciclarse una y otra vez. Las latas de aluminio, botellas de cristal, papel, cartón, botellas de plástico y otros envases reciclables se pueden llevar a un centro de reciclaje. En estos centros, clasifican los materiales y los envían a las fábricas, que hacen con ellos nuevos productos.   A partir de pasta de papel, se puede fabricar nuevo papel. Las botellas de cristal usadas se trituran y se funden para fabricar nuevos artículos de vidrio. Las latas de aluminio usadas se funden y se forman láminas con las que se hacen nuevas latas u otros productos de aluminio. Se desmenuzan las botellas de plástico usadas para fabricar moquetas. La finalidad es convertir una cosa vieja en otra nueva.   El reciclaje previene que materiales potencialmente útiles sean enterrados o quemados reduciendo así la cantidad de basura. Por eso se recomienda no comprar productos que sean difíciles de reciclar, sobre todo en aquellos países que aún no cuentan con la infraestructura, recursos y tecnologías necesarias para este proceso.   Reciclar es la mejor manera de resolver el problema de la basura. Por desgracia, en la actualidad reciclamos poquísima basura. No echar cosas a la basura y darles una nueva utilidad es un estupendo modo de ayudar a la salud del planeta. La naturaleza enseña que todo lo producido y creado es reintegrado al medio y con la basura debe buscarse lo mismo, es decir, que todo sea reaprovechado de una u otra forma.   Lo anterior señala una solución integral en la que el concepto basura desaparecería. Varias iniciativas existen para reducir o resolver el problema, dependen principalmente de los gobiernos, las industrias, las personas o de la sociedad en su conjunto.   Por eso, con una planeación correcta de los residuos, se pueden clasificar de un modo eficiente los desechos y así se evita al máximo el derroche de materias primas. El sistema de producción, consumo y eliminación se convierte entonces en un proceso cíclico de producción, donde la mayor parte de los residuos de la producción así como del consumo son reintegrados al ciclo productivo de la misma forma que la naturaleza lo hace.   Fuentes consultadas   http://es.wikipedia.org/wiki/Basura http://www.castro-urdiales.net/ayuntamiento/WEBMEDIOAMBIENTE/reciclaje.htm http://www.analitica.com/vas/1999.12.5/ecologia/49.htm

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